“Reparando el Mundo” – Técnica de Creatividad

“Reparando el Mundo” es una técnica de creatividad que consiste en derrumbar las limitaciones creativas con respecto a un problema o inclusive algo inexistente.
Esta técnica aprovecha una coyuntura emocional de las personas, la cual consiste en que las personas encuentran con mayor facilidad soluciones para los problemas ajenos. Cuando los problemas son propios las soluciones se hacen escazas porque nos ahoga la ansiedad por encontrar una solución sencilla, rápida e innovadora.
Cuando tratamos de solucionar los problemas de otros las soluciones creativas surgen con mayor facilidad. No existe presión emocional que trunque la capacidad de la mente.

Es de esta forma que se construye esta técnica. La técnica consiste en tomar por lo menos 10 diarios o revistas de temáticas y verticales distintos y hacer una lectura profunda de estos. A medida que se va avanzando se van tomando ideas, y problemáticas planteadas en los diarios y revistas.
Luego de una forma descomprometida y flexible se empieza a buscar soluciones a las problemáticas encontradas, mientras que se complementan con las ideas también encontradas en los diarios y revistas. Se puede ser exageradamente optimistas y plantear soluciones muy idealistas.

Cuando tengamos solucionadas las problemáticas, nos volvemos más restrictivos. Empezamos a restarle oportunidades a la solución de dichas problemáticas, y a medida que restringimos las posibilidades empezamos a extraer elementos valiosos sobre la posible solución a esos problemas.
Lo importante no son los problemas que hemos solucionado (hipotéticamente), sino la forma en que hemos logrado esas soluciones hipotéticas. Esos elementos permiten aproximarnos a una forma precisa para solucionar nuestro problema o abrir creativamente nuestras mentes para crear algo de la nada.

Finalmente unimos todos esos elementos y los ponemos en un paralelo en el cual podamos comparar nuestra problemática o necesidad de creación descompuesta en ideas y conceptos de manera que podamos hacer un “Creative Juice” con el cual podamos mezclar elementos de un problemática ajena a nuestra problemática o necesidad de creación. Depuramos una vez más los elementos y tomamos aquellas combinaciones de ideas y conceptos que más se aproximan a la solución de nuestra necesidad.
Finalmente tomamos todas esas ideas y buscamos algo inspirador (una historia de emprendimiento, de éxito de un producto, de superación personal, etc.)
Con ese elemento inspirado empezamos a construir una solución a nuestra necesidad para lograr un concepto claro y único.


Como complemento practico para la técnica, se puede escribir ese nuevo concepto en un papel, salir a la calle y recorrer distintos ambientes, siempre llevando el concepto en mente. Esto permite someter el concepto a una prueba de ambiente en la cual impulsados por los múltiples activadores encontrados en la calle, podemos determinar la fuerza o debilidad de la técnica.

JUAN JOSÉ RAMÍREZ URIBE.